martes, 7 de septiembre de 2010

GRITOS DE MUERTE Y LIBERTAD, O LA VENGANZA DE LA ULTRADERECHA

La serie producida por Televisa para celebrar el Bicentenario de la Independencia parece destinada a todo menos eso. No se trata de no ser críticos, de no atacar los mitos de la historia oficial. Pero una cosa es mostrar los errores y defectos de los héroes (lo cual es natural, eran seres humanos) y otra empequeñecerlos y denostarlos.
¿Si eran solo una pandilla de maleantes y saqueadores? ¿Para qué celebrar con tanta pompa el Bicentenario? ¿Para qué derrochar los recursos del Estado en conmemorar algo que no vale la pena?
Se adivina aquí la intención del gobierno y los poderes fácticos de quitarle al pueblo su identidad y disuadirlo de cualquier intento de cambio. La inconformidad contra un gobierno de por y para empresarios crece día con día, de manera simultánea a la brecha de desigualdad entre ricos y pobres. Los beneficiados unos pocos, los perjudicados muchos y es natural que los gobernantes y potentados de hoy no se identifiquen con los ideales y las metas de insurgentes y revolucionarios, sino con los objetivos y miedos de realistas y porfiristas.
Además de mostrar muchas inexactitudes históricas, principalmente en lo referente a la toma de la Alhóndiga de Granaditas, que es mostrada como una masacre y no como una batalla -en ella, murieron 400 realistas, por 3000 insurgentes- , “Gritos de Muerte y Libertad” no tiene la calidad de otras producciones históricas de esa misma empresa tales como “El Vuelo del Águila”, esa sí, una realización en verdad sobresaliente.
La celebración del Bicentenario en manos del PAN y Televisa, ¿cómo dejar la Iglesia en manos de Lutero?

1 comentario:

  1. Tú lo has dicho. Bien se dice que "Quien no conoce la historia está condenado a repetirla" y, si algo le he sacado de provecho a este circo celebratorio es el reflexionar y darme cuenta que esas luchas que se conmemoran (y no voy a entrar en debates sobre si en realidad fueron lo que dicen que son) siguen vigentes; en el sentido de que seguimos pidiendo exactamente lo mismo que se pedía hace 100 y 200 años. Desafortunadamente la lucha por el poder nunca ha sido con el afan de dar, sino de recibir. Mato al que tiene el poder y me pongo yo en su lugar, con un comportamiento igual o peor que mi predecesor. Somos "antievolutivos", socialmente hablando.

    No se que es peor: Que este mes se celebren fiestas inicuas; o darme cuenta que seguimos peleando por lo que se supone que ya obtuvimos hace una o dos centurias.

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